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Carlos Eduardo (10/10)    Una ciudad con encanto

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Localidad: Molina de Aragón

    Descripción

    Patria de caballeros y héroes populares, es la ciudad señorial por excelencia. Situada en uno de los espacios más singulares de Guadalajara, Molina de Aragón además de capital del Alto Tajo, lo fue también de un extenso señorío que durante siglos supo defender su independencia y sus peculiaridades frente al poder omnipresente de los reinos de Castilla y de Aragón. Regada por el río Gallo, Molina conserva numerosos vestigios de su larga historia, que comienza con un asentamiento celtibérico y un castro en el lugar que hoy ocupan los castillos y fortalezas.

    Historia

    No tiene un lugar destacado en la historia hasta la Edad Media, cuando se convirtió en señorío. De aquella época permanecen aún vivas su fisonomía claramente medieval, la judería, el castillo, las murallas y el bello puente. Molina dejó ver muy pronto su espíritu independiente dirigiendo su destino frente a moros y a cristianos. En tiempos de la dominación musulmana, reinaron en la villa descendientes de los Beni-Hud procedentes de los reinos de Zaragoza y de Calatayud, quienes no dudaron en pagar tributos al rey Alfonso VI de Castilla para mantener su independencia y conservar así su particular reino de taifas hasta que en el año 1129 Alfonso I el Batallador, rey de Aragón, conquistó definitivamente los territorios del alto Jalón, y con ellos las villas de Medinaceli, Sigüenza, y Molina de Aragón. Molina no permaneció mucho tiempo en manos aragonesas, ya que el rey la cedió a su esposa doña Urraca de Castilla, de quien pasó después a manos de su hijo Alfonso VII, que la otorgó, por último, a uno de sus nobles, don Manrique de Lara. Sería este último quien convertiría a la villa en la floreciente capital de un pequeño estado prácticamente autónomo: el Señorío de los Molina. El Señor de Lara nunca olvidó su vasallaje al reino de Castilla, pero gobernó su señorío con sus propias leyes otorgando a la villa de Molina de Aragón, en 1154, un fuero que ha sido calificado de modélico. Don Manrique edificó muchas iglesias y también reconstruyó el antiguo castillo árabe, y para mejor defensa de la ciudad ordenó que se fortificase también la villa. El castillo tiene tres recintos, el exterior de enormes proporciones y defendido por numerosas torres cuadradas. En el recinto interior se alza el castillo, apoyado en seis torres de las que aún se conservan cuatro. La fortaleza toda fue declarada Conjunto Histórico Artístico en el año 1965, como la mayor parte del pueblo. Manrique de Lara atrajo con su liberal gobierno comunero a mucha gente hasta las despobladas tierras de Molina, lo que convirtió al Señorío en uno de los más prósperos de la región. Todavía se conservan algunas tradiciones de la época del señor de Lara, como la Comunidad del Real Señorío de Molina y su Tierra y la Orden Militar de Nuestra Señora del Carmen, cofradía que en las fiestas de su patrona desfila con la llamada por el color rojo de sus vestimentas medievales. Hasta la aparición en el siglo XII de la última de sus señoras, María de Molina, el señorío siguió su camino y su particular historia. Pero al casarse doña María de Molina con el rey Sancho IV de Castilla, el que fuera el de los Lara pasó a formar parte de la corona de Castila y perdió cualquier poder sobre su destino. A finales del siglo XVIII, Molina sufrió también los desastres de la Guerra de Sucesión y, más tarde, de la Guerra de la Independencia. En el fatídico año de 1809 las tropas napoleónicas saquearon salvajemente la ciudad. Un año más tarde, las llamas devoraron más de seiscientos edificios de la villa, dejándola casi por completo reducida a cenizas, aunque Juan Martín, El Empecinado, consiguió arrebatársela a los franceses. Tras tanta lucha y barbarie, Molina de Aragón consiguió que las Cortes de Cádiz premiaran el heroísmo de sus vecinos. Le fue concedido el título de Ciudad de Molina.

    Visitas

    Plaza Mayor de Molina de Aragón, ciudad monumental y Conjunta Histórico Artístico. Un castro en el lugar que hoy ocupan los castillos y fortalezas. Ruta de los Castillos. Parque Natural de Alto Tajo. La ciudad entera ha sido catalogada como Conjunto Histórico Artístico. Además del encanto de sus calles, que recrean la inusitada belleza de una villa señorial del medievo, Molina guarda de aquellos años notables edificios, como el convento de las Clarisas, cuya iglesia gótica, del siglo XII se encuentra adosada a las murallas de la villa. Muy cerca del Ayuntamiento, un edificio del siglo XVI, se halla la iglesia más antigua de la villa, la iglesia románica de Santa María del Conde, fundada por Manrique de Lara, en el siglo XII. También es de estilo románico la de Santa María la Mayor de San Gil, reformada al igual que la anterior en el siglo XVI, y en cuyo interior se guarda un retablo y algunos lienzos de indudable valor artístico. Otros edificios religiosos de singular importancia son el Convento de la Orden de San Francisco, un edificio de estilo gótico con añadidos barrocos; El Giraldo, la popular torre que inaugurara doña Blanca de Molina en el siglo XIII; la iglesia románica de San Pedro, con su interesante retablo barroco del s. XVIII; y la iglesia-oratorio de San Felipe, en a que destaca la portada con un relieve de la aparición de la Virgen al santo. También son importantes los muchos palacios que tuvo la villa. Se conservan, entre otros, el palacio del Obispo Díaz de la Guerra, un edificio barroco con el escudo de armas en el balcón central; el palacio de los Garcés de Marcilla, acondicionado el siglo pasado para albergar el casino; el Palacio del Virrey de Manila, llamado da Casa Pintada., y el palacio de la Subalterna, un caserón del XVI, antigua Casa de los Molina. Por último, hay que recordar el Puente Viejo, que desde el siglo XIII cruza las aguas del río Gallo a su paso por tan noble y señorial villa.

    Alrededores

    Siguenza, es una de las más hermosas localidades de Guadalajara y en 1965 obtuvo el privilegio de ser declarado patrimonio arquitectónico por su Conjunto Histórico-Artístico. El castillo, la catedral y la plaza Mayor son los atractivos turísticos más interesantes de la ciudad, además de las calles de Sigüenza en general que están repletas de edificios civiles y religiosos de inmensa belleza. Brihuega, es una villa histórica y monumental situada en el valle de Tajuña. Lugar donde se celebran los encierros más antiguos de España. Su casco antiguo tiene construcciones de gran interés histórico-artístico, como el rollo jurisdiccional y parte del recinto amurallado, cuyos lienzos mejor conservados se sitúan entre la puerta de la Cadena y el arco del Corazón. Atienza, El castillo de Atienza que fue restaurado y que conserva restos de la antigua muralla, junto con la torre del homenaje, fosos y aljibes. La plaza del Trigo, considerada una de las más hermosas. Edificios religiosos como la iglesia de Santa María del Rey, ahora cementerio. La iglesia de San Salvador, siglo XVI. La iglesia de San Gil, siglo XVI. La iglesia de San Bartolomé, siglo XVI. El Hospital de Santa Ana del s. XVIII. La posada del Cordón. Y palacios nobles o casonas con soportales com el Ayuntamiento. Peralejos de las Truchas, cerca ya de la provincia de Cuenca es el lugar perfecto para aquellos que les gusta la espeleología por sus abundantes cuevas y simas. También es perfecto para los amantes de la naturaleza y de las actividades al aire libre, montar a caballo, pasear por los campos y la localidad.Visitar la Iglesia dedicada a San Mateo del siglo XVII y la ermita de Nuestra Señora de Ribagorda de origen medieval.

    Compras

    Compras: Un buen regalo es llevar algo típico y tradicional de la zona, por ello recomendamos el dulce típico de Molina, las patas de vaca molinesa y otros dulces como las rosquillas y los sequillos.

    Fiestas

    16 de julio a la Virgen del Carmen, procesión de cofrades. 1 de mayo y el domingo de Pentecostés, peregrinación al santuario de la Virgen de la Hoz, ante la imagen se baila con palos y espadas, al son de la dulzaina y el tamboril, una antigua danza del s. XVI, Paloteos, que conmemora el hallazgo de la estatuilla románica, a la que se dedican también loas, en cuya representación los pastores se enfrentan al demonio en una danza. 7 de diciembre, hogueras de la Inmaculada. Todavía se conservan algunas tradiciones de la época del señor de Lara, como la Comunidad del Real Señorío de Molina y su Tierra y la Orden Militar de Nuestra Señora del Carmen, cofradía que en las fiestas de su patrona desfila con la llamada por el color rojo de sus vestimentas medievales.

    Gastronomía

    Son conocidos los asados de cordero con las finas hierbas del páramo. Otros platos son los bolos con morro, las migas y las. Para deleitar a los visitantes los dulces que destacan son la leche frita, los huevos de dulce y las patas de vaca molinesa (dulce típico y propio de Molina). También sequillos, rosquillas, roscas, y bizcochos.

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