Un hostal muy ruidoso

¿Qué es lo que mas te ha gustado?: Ubicado en un sitio tranquilo de un pueblo tranquilo y es el hostal del Restaurante Vicente Campo...por lo que esperábamos un cierto nivel. Pues no, no estuvimos bien. No tienes recepción (un papel medio borrado en el hostal...te indica que has de dirigirte al Restaurante) y una vez allí...el trato, al menos en nuestro caso, fue seco, muy poco amable. El hostal está mucho menos cuidado que el Restaurante y se nota: las vistas al río que prometen...inexistentes, un armario pequeño, camas incómodas y con una almohada inusualmente alta que resulta molesta, un teléfono de ducha con muy poca presión y que no puede colgarse en su sitio, las luces de los pasillos incomprensibles (has de ir encendiendo y apagando a medida que avanzas, un lío). Y lo peor, el hostal es ruidosísimo...: crujir de suelo de madera, cisterna estruendosa, oyes todo lo que pasa en las otras habitaciones (nos despertaron cada noche). Y nadie a quien acudir, porque en el hostal sólo están los clientes. Y pagamos y ni siquiera nos preguntaron que qué tal habíamos descansado ni nada parecido. A favor: son suficientemente grandes la habitación y el lavabo y sus toallas son nuevas. Bastante limpio todo y con tele (aunque su volumen es tan bajo que sin ser sordos... imposible oir nada). En resumen, un buen ejemplo de negocio abandonado que necesita una remodelación urgentemente. Nada recomendable.

escrito por frajavat