Hostales en Campo de Criptana

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  • Campo de Criptana, Ciudad Real • Ver mapa

    Este clásico hotel está situado en el centro histórico de Campo de Criptana, un pueblo mencionado en El Quijote por sus famosos molinos de viento. Dispone de conexión a internet... Más info

    35 Opiniones

    desde 49€

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  • Campo de Criptana, Ciudad Real • Ver mapa

    El edificio de la Hospedería, otrora casa solariega de principios del siglo XX perteneciente a una familia de la nobleza criptanense, ha sido rehabilitado por varias escuelas taller de la localidad. Más info

    2 Opiniones

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Localidad: Campo de Criptana

    Descripción

    Situado en pleno centro de la gigantesca llanura manchega se levanta el bellísimo e incomparable caserío de Campo de Criptana, cuyas blancas construcciones, la mayoría encaladas y limpias, contrastan con la variada gama de tonalidades ocres propias de la Mancha, lo que da lugar a uno de los más espléndidos paisajes de la zona.

    Historia

    El origen de este pueblo, colmado de serenidad, se remonta a tiempos muy remotos; bajo las estrechas calles de la zona conocida como la Hidalga, fueron encontrados vestigios de una antigua ciudad celtíbera, denominada Certina, entre los que destacan una estatuilla de bronce de particular relevancia y múltiples piezas realizadas en cerámica. No obstante, sus actuales habitantes provienen del siglo XIV, de un asentamiento de la Orden de Santiago en el castillo de Chitrana, magnífico monumento que fue completamente destruido por los ejércitos de los Reyes Católicos en su lucha contra el feudalismo. En su lugar se construyó durante el siglo XVI la ermita de la Paz.

    Visitas

    El mayor atractivo de este hermoso lugar, por el cual es conocido en el resto de España, radica en los feroces “gigantes” que habitan el cerro de la Paz, que no son sino los míticos molinos de viento contra los que luchó el valeroso hidalgo don Quijote de la Mancha creyéndose atacado por ellos. La importancia de estos molinos se remonta a la época en que Campo de Criptana fue cabeza de molienda de los alrededores, momento en que se contabilizan en aquella zona treinta y dos molinos, de los cuales hoy día sólo restan diez. Tres de ellos (los más antiguos), declarados monumento nacional, aún se conservan intactos y con la maquinaria en perfecto estado. Estos son el denominado Infanto, que data de 1500; el Burleta, construido en 1555; y por último el mejor conservado de los tres, el Sardinero. Los siete restantes fueron realizados ya en el siglo XX apadrinado por diferentes personas o instituciones, como el mismo Ayuntamiento de Campo de Criptana o incluso algunos países latinoamericanos, aunque, desgraciadamente la gran mayoría se encuentra en un estado de cierto abandono. Sólo los más actuales, en cuya estructura aún no se ha hecho notar el paso del tiempo, conservan toda la belleza evocadora de lo que fue esta inmensa llanura de la Mancha. En el ascenso por las empinadas calles que conducen a los molinos de viento que tanta literatura han generado nos encontramos con la herencia del vínculo de la población a la Orden de Santiago. Una interesante muestra es el viejo Pósito del siglo XVI, denominado la Casa de la Tercia, milagrosamente salvado de la destrucción, a diferencia de otros espléndidos edificios del lugar. Esta casa ha deleitado durante siglos a los visitantes con su grandioso blasón de la Orden. La utilidad de este edificio, restaurado en el siglo XVlll consistía en la distribución del grano aunque también servía como banco de préstamos. Sin embargo, hemos sido privados de la contemplación de otros magníficos edificios, como es el caso de la iglesia de estilo gótico destruida en 1936, que albergaba en su interior uno de los más bellos retablos realizados por el maestro Pablo Berruguete. Estas pérdidas se compensan parcialmente con la aparición en 1982, con motivo de la restauración del Santuario del Cristo de Villajos, de una bellísima talla con la Virgen y el niño que data del siglo Xlll. Otra importante imagen de la Virgen es la que se encuentra en la iglesia del Convento del Carmen. Por otra parte, una de las mejores posibilidades que nos ofrece este maravilloso paraje es el encuentro con toda la región de la Mancha a nuestros pies. Esto es posible gracias a la ermita de la Virgen de Criptana, que corona el cerro con su aspecto sereno y deslumbrante a la vez. Esta ermita, además de ser uno de los más representativos miradores de la zona, es un lugar de extraordinaria belleza donde podemos asimilar sin mayor esfuerzo todas las composiciones poéticas dedicadas a esta tierra. Al pie de la sierra nos encontramos con uno de los elementos más típicos del lugar, los antiguos silos que aunque son construcciones muy extendidas por el resto de la llanura manchega, aquí, en Campo de Criptana, tienen una especial relevancia. Estos edificios, aún conservan la vieja estructura de la época de mayor esplendor del lugar y, como el resto del bonito caserío, se hallan en la línea de las casas populares manchegas, es decir, no carecen de la típica cubierta de cal. Entre estas construcciones hay que destacar la inigualable casa de los Tres Cielos, una de las más encantadoras viviendas-cueva del Campo de Criptana y de toda Ciudad Real en general. En realidad, el conjunto del territorio puede ser considerado sin la menor duda como toda una joya en cuanto a sensaciones se refiere. La contemplación de la tierra nos permite experimentar la paz de sus gentes y la tranquilidad de un paraje de casi catorce mil habitantes que en consonancia con la opinión de Walter Starkie es “el lugar más acogedor de toda la Mancha”. Pues no en vano, y al hablar de España fuera de nuestras fronteras, La Mancha es un punto de inflexión y evocación inevitable. Gracias a Cervantes, es cierto. Pero también gracias a la inmensa belleza de esta privilegiada zona de la península ibérica.

    Alrededores

    Parque Natural Hayedo de Tejera Negra, Parque Nacional Tablas de Daimiel,Parque Nacional de Cabañeros.

    Compras

    Quesos y vinos

    Fiestas

    Las fiestas patronales en honor a la Santísima Virgen de Criptana y el Santísimo Cristo de Villajos, el carnaval, la Semana Santa y el Festival internacional de la música.

    Gastronomía

    Los platos más típicos son las gachas manchegas, cordero a la caldereta,las migas de pastor,el pisto manchego,las sopas de ajo, huevos revueltos con cebolla y queso manchego.

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