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Valoración de 9/10 - 4 opiniones

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Jonatan (10/10)    Impresionante

Los paisajes

fernandez.ml09@gmail.com (10/10)    Naturaleza y calidad de vida.

El contacto con la naturaleza y la belleza de los parajes y poblaciones.

César (8/10)    Agradable

Los paisajes, la posibilidad de hacer senderismo en la montaña. Visitar la Garganta de los infiernos y los pilones.

Toñi (9/10)    La maravilla del Jerte

En el puente de Mayo nos fuimos mi marido y yo con unos amigos a visitar Jerte y la verdad que la zona es una gozada. A parte de poder disfrutar de la floración de los cerezos que se extienden hasta donde alcanza la vista, el pueblo es maravilloso y pasear por sus calles es una gozada. La gastronomía de la zona con platos tradicionales y caseros hacen que aun hoy se me haga la boca agua y la visita a la garganta del infierno una de las cosas mas bonitas que he visto en mucho tiempo.

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Localidad: Jerte

    Descripción

    En la linde que imponen las cumbres del macizo de Gredos entre las provincias de Cáceres y Ávila, el puerto de Tornavacas se yergue en altiva atalaya, mientras el sobrecogedor Pico Calvitero rubrica su fondo majestuoso con 2401 metros de altura. Muy ligado a la trashumancia, dicen que recibe este nombre porque aquí se tornaban las vacas al divisar los resecos campos castellanos tras a pasar un verano de lujo en el exuberante valle del Jerte.

    Historia

    Tornavacas ha sido unos de los pasos históricos de Castilla a Extremadura, por donde también cruzó el Emperador camino de Yuste un 11 de Noviembre de 1556. El río Jerte- que en griego significa gozoso- esculpe un encajonado valle lleno de vida entre las estribaciones de Tras la Sierra y la Sierra de Tormantos, que lo separan de la vega de Ambroz, a poniente, y la comarca de la Vera hacia Oriente. Sobre la falda de las montañas y a orillas de este cauce plateado cuajado de finas truchas, se asientan las diez poblaciones que componen la comarca. A su alrededor brotan prados, casi jardines, que comparten lustrosas vacas negras y recoletas huertas salpicadas de chopos y variados frutales. Cerezos y olivos trepan en terrazas por las laderas serranas cuyas alturas se reservan como coto privado a rebollos, piornos y castaños. Arroyos, gargantas y fuentes surcan la linda campiña que los griegos bautizaron como el Valle del Gozo. La fuerza del paisaje se impone con tanta personalidad que basta con llamarle El Valle para que todos sepan de qué se habla. No es de extrañar que el atrevido Francisco Delicado, primer vicario de El Valle, escribiera en estos lares la obra La lozana andaluza. Como un mal sueño se recuerda que un destacamento napoleónico procedente de Plasencia arrasó e incendió el caserío en 1809. Sólo la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción permaneció en pie y a duras penas, mientras que la villa se ganó el título de Heroica. De paisaje y clima privilegiados, estas tierras estuvieron pobladas desde antiguo por celtas y vettones de talante ganadero. Luego llegaron romanos, árabes y judíos con vocación agricultora y como herencia cristiana recibe el legado histórico de la trashumancia. El pueblecito a quien el Jerte regala su nombre nace como una torre de vigilancia que con posterioridad sirvió de campanario para su iglesia. Su vida transcurre como aldea hasta que Carlos II el Hechizado la eleva a categoría de villa por sus meritosos servicios en el siglo XVII.

    Visitas

    A 620 metros de altura, el pueblo de Jerte y sus poco más de 1.300 habitantes inauguran este pueblo, maravilloso rincón del nordeste cacereño junto a su amado río. Caracterizado por su planitud, surca la calle principal un anárquico trazado de rúas transversales, impregnadas de un tenue sabor judío y morisco. Todavía pervive algún que otro ejemplar de la casa típica serrana de recios muros de mampostería con balconadas y voladizos.La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVIII resistió a los ataques del ejercito de Napoleón. El templo fue restaurado a finales del siglo XVIII y posee un bello altar churrigueresco.En la calleja de los Bueyes perviven algunos edificios que resistieron estoicamente el avance de las llamas.El agua es una constante en El Valle y por una calle ancha, larga e irregular discurren las aguas de la garganta de El Pinar, que llegan de la sierra embravecidas.

    Alrededores

    A tiro de piedra del pueblo de Jerte merece la pena visitar un paraje denominado los Pilones. Sobre las furiosas aguas de la garganta de la Serra que corren a remansarse en la cercana garganta de los Infiernos, los romanos levantaron un hermoso puente que se conserva en perfecto estado, rodeado de castaños y rebollos.

    Compras

    Las cerezas del Valle del Jerte son el productos más famoso. De esa fruta, se hacen licores y aguardientes de cereza así como mermeladas Por la zona, se produce mucho pimentó del la Vera.

    Fiestas

    2-3 de febrero, Las Candelarias, canto de las Alborás en la madrugada.16-18 de julio, Cristo del Amparo, ofertorio, ramo de tejo, verbenas).1-2 de septiembre, Feria de San Gil, rodeo de ganado, chozos).

    Gastronomía

    Los platos por excelencia son la trucha, la caldereta, el picadillo y las migas, y en el reino de lo dulce los buñuelos con chocolate y las perrunillas.

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