Hostales en Trujillo para Negocios

Descripción

Trujillo es la aventura hecha piedra. El recuerdo del descubrimiento de América y de sus gestas se perpetúa en sus linajudas casas, en sus estrechas calles empinadas, en sus generosas plazas. ..; al fin y al cabo Trujillo es cuna de conquistadores.Entre el valle del Tajo y las sierras de Montánchez, la antañona ciudad se alza sobre una plenillanura pedregosa vestida de granito, con el aire batallador que le dan murallas y torres.

Historia

Tras un largo bagaje histórico que tiene por protagonistas a celtas y griegos, los romanos la bautizan Turgalium, y en honor de un dios latino llamado Turgalum levantaron su fortaleza. Los musulmanes llegaron en el siglo IX y construyeron las murallas, las torres y el aljibe. Entre el imperio de la media luna y el de la cruz, la villa vive con los nombres de Turgiela y Truxillo, hasta que Fernando III la conquista definitivamente el 25 de enero de 1232, con milagro incluido.Junto a tantos valientes aventureros anónimos, aquí nació la estirpe de los Pizarro, que pasó a la historia como artífice del milagro del Perú. Francisco, una especie de semidiós retratado por la leyenda como un bastardo abandonado en la iglesia de Santa María y criado por una cerda, y sus hermanos Hernando, Juan y Gonzalo, fueron una generación mítica. Su paisano Francisco de Orellana, también héroe en la empresa peruana, se enrolló con Gonzalo Pizarro en su expedición al oriente ecuatoriano y se encontró frente a frente con el Amazonas. Otro gigante trujillano es Diego García de Paredes -El Sansón de Extremadura- cuyas proezas contra el moro en Granada, Málaga y Ronda y su legendaria participación en las guerras de Italia le hacen merecedor del sobrenombre. Otros personajes no tan viajeros y no por ello menos ilustres ven la luz en esta seductora villa, entre ellos Juan de Carvajal, eminente religioso del siglo XV que regentó la diócesis de Plasencia durante veinte años, y el dominico Diego de Chaves, íntimo de Santa Teresa, a quien Felipe II le confía la dirección espiritual del príncipe Carlos.

Visitas

Castillo árabe y murallas, s. X, con las puertas de San Andrés, Santiago y San Juan. Judería y Plaza Mayor. Iglesias de La Sangre, barroca, de San Martín, gótica y de Santa Mª La Mayor. Palacios de los duques de San Carlos, s. XVII, y de La Conquista, plateresco. Mansión de los Piedras Alba, s. XVI. Casas de La Cadena y de Orellana. Casona de los Hinojosa. Casa-fuerte de los Bejaranos. viejo Ayuntamiento, hoy palacio de Justicia. Monumento a Pizarro. Palacio de Luis Chaves.

Alrededores

A 30 km: Jaraicejo. Parque natural de Monfragüe.Cáceres a 45 km. Mérida a 90km. Plasencia a 120km.

Compras

Artesanía: Platería: Creaciones Bravo (San Francisco, 3. T. 320226). Cerámica: Potery (San Pedro, 12. T. 320141). Gastronomía: Queso.

Fiestas

Domingo de Resurrección, El Chiviri. 1-5 de mayo, Feria Nacional del Queso. 2 de septiembre, Día de Extremadura. Primer domingo de septiembre, fiestas patronales de la Virgen de La Victoria. Noviembre, Feria Agrícola y Ganadera.

Gastronomía

La ciudad se asienta en el territorio más elevado de la provincia, donde la oveja merina y el cerdo ibérico son dueños de pastos y dehesas, en la que encinas, alcornoques, olivos y cereales salpican sus horizontes abiertos.Mientras contempla sus grandezas, siéntese en cualquiera de sus terrazas y deguste uno de los mejores jamones del país, su chorizo y los quesos de cabra con vino de Montánchez o Cañamero. Si el gusanillo del hambre aprieta siga con un gazpacho extremeño y remate con cochifrito, calderete o el típico raboneo.