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Localidad: Pastrana
Descripción
La hermosa villa de Pastrana se extiende sobre la ladera de una suave colina, a recaudo de los vientos del Norte. A sus pies se extiende una fértil llanura cubierta de hermosas vegas. Capital de La Alcarria, la comarca más célebre de Guadalajara, la abundancia de notables edificios de los siglos XVI y XVII, y su bello casco antiguo, han valido para la villa la declaración de Conjunto Histórico Artístico. Aunque en origen su nombre va unido al de la Paterniana romana de Tolomeo, y a la Pastrera árabe, su historia como villa de cierto empaque comenzó cuando el maestre de Calatrava, Pedro Muñiz, separó a la villa de los dominios de Zorita en 1369 como premio a sus leales servicios. Además le otorgó el título de villa “para siempre jamás “
Historia
Pastrana perteneció hasta el año 1542 a la Orden de Calatrava. Carlos V la vendió a doña Ana La Cerda, viuda de don Diego Hurtado de Mendoza, abuelos ambos de la princesa de Éboli. Cabeza de ducado en favor de la ilustre casa de Silva, Ruy Gómez de Silva, esposo de la referida princesa y valido del rey Felipe II, le agregó en 1569 las encomiendas de Albalate y Zorita, compradas a rey por unos 28 millones de maravedíes que incluían también el título de duque de Pastrana. A esta época pertenecen los años más prósperos de la villa, en a que se instalan en gran número los moriscos venidos de las Alpujarras, además de maestros milaneses y flamencos que crean una próspera industria de tejidos de brocado, tapices y terciopelos. La expulsión de los moriscos y, después, la Guerra de la independencia, dieron al traste con las fábricas de sedas y su comercio. Desde entonces Pastrana quedó convertida en una ciudad decadente, cargada de blasones y de recuerdos de tiempos pasados, de tiempos mejores. Durante siglos la vida del pueblo estuvo muy unida a la de sus señores, Don Ruy Gómez de Silva y doña Ana de Mendoza, príncipes de Éboli y primeros duques de Pastrana.
Visitas
A Don Ruy Gómez de Silva y doña Ana de Mendoza, príncipes de Éboli y primeros duques de Pastrana se les debe la designación de Colegiata a la antigua iglesia gótica de los calatravos, en la que se rinde culto a la Asunción de Nuestra Señora, cuya imagen pintada fue regalada por el papa Urbano Vlll a don Ruy Gómez de Silva. En 1569 los duques de Pastrana consiguieron una bula papal y sólo cuatro años más tarde presidían la solemne apertura de la Colegiata acompañados de ocho dignidades del cabildo, doce canónigos, diez racioneros y dieciséis capellanes. A tan fausta representación, había que unir la de catorce oficios y el coro, que estaba formado por treinta niños del Colegio de San Buenaventura. Fray Pedro González de Mendoza, hijo de los príncipes de Éboli y a la sazón Obispo-señor de Sigüenza, fue el artífice de la ampliación de la iglesia con el objeto de procurar una solemnidad al culto y una cabida más digna a los clérigos. Para ello mandó levantar tres naves toscanas de grandes dimensiones en las cuales quedó definitivamente ubicada la capilla mayor, y transformó la pequeña iglesia en el coro de la colegiata. La magnificencia y grandiosidad del templo queda oculta tras una fachada de modesta portada renacentista en una recoleta placita. Sin embargo, desde lo alto de Pastrana se puede admirar e soberbio templo en el que quedó convertido la Colegiata. En el interior de la iglesia destacan un retablo tridentino realizado por Matías Jiménez en el año 1673 con unas magníficas pinturas de santos y mártires alrededor de las imágenes de San Francisco y de la Asunción, y una cruz gótica de plata, con maravillosos relieves. Bajo la capilla puede visitarse el lúgubre panteón familiar construido por el que fue cardenal, don Pedro González de Mendoza. En él se encuentran, entre otros, los sepulcros de los duques de Pastrana y de su hijo, y hasta hace unos años se podían ver los restos momificados del santo carmelita, a pesar de lo pendenciero de sus apellidos, Juan Buenavida y Buencuchillo. El coro, situado frente a la capilla mayor, está hecho con sillería de nogal y a su lado se encuentra un órgano barroco castellano de gran belleza construido a principios del siglo XVIII. Además, la iglesia tiene una bonita colección de altares menores de estilo renacentista y barroco que en tiempos pertenecían a conventos y ermitas hoy desaparecidos. Entre las capillas destaca la llamada de la Reliquias, que reúne más de trescientas piezas pertenecientes a santos, entre las que se pueden admirar las de Santa Jesús, San Juan Bautista, San Mateo, Santiago el Mayor y San Sebastián. La colegiata alberga un precioso museo con extraordinarios tapices medievales que muestran las conquistas africanas del rey Alfonso V de Portugal. Las piezas son auténticas obras maestras realizadas en los mejores talleres flamencos del siglo XV. Los tapices tienen una superficie de cincuenta metros cuadrados de seda y lana, y conservan intacto su colorido original. Entre otras piezas de gran valor el museo cuenta con un San jerónimo de El Greco, un Descendimiento de estilo flamenco y un San Bernardo de Carreño. Y como objetos curiosos: un joyero, un arcón de viaje y algunas cartas de la princesa de Éboli y un catafalco de ébano y bronce de setenta y dos piezas que se hizo con ocasión de la muerte de los duques. De los edificios de la población descuella, en la Plaza Mayor, el palacio de los duques de Pastrana, del siglo XVI, donde vivió a famosa princesa de Éboli y en cuya Cámara de la Reja Dorada estuvo después recluida por orden de Felipe Il. El autor de esta valiosa muestra de la arquitectura renacentista es el maestro Alonso de Covarrubias. Su fachada, de piedra sillar con portada plateresca y gran balcón volado, ocupa el frente de esta plaza porticada. Su portada está adornada por dos columnas estriadas de orden corintio, algunos medallones y un friso donde se leen los apellidos La Cerda y Mendoza. En el interior se conserva un gran salón y los techos artesonados con gruesos rosetones y frisos de relieve. En unas casas cedidas por los duques y bajo su mecenazgo se fundó el convento de a Orden de Santa Teresa, en 1569; pero los caprichos de la princesa, que en su viudez buscó retiro tras sus muros, obligaron a las religiosas a marcharse. Un siglo después, se fundaría el convento del Carmen, de Padres carmelitas; en su colección de cuadros se encuentra un curioso lienzo en el que aparecen junto a Santa Teresa, San Juan de la Cruz, y los príncipes de Éboli. Edificado sobre una loma se encuentra el antiguo convento de franciscanos misioneros, con una meritoria biblioteca que incluye dos joyas de incalculable valor: a Biblia poliglota, de Cisneros, y la Física Sagrada, de Scherchzeri. La Plaza de la Hora, presidida por el palacio es el centro de la vida de Pastrana. La ciudad está dividida en dos partes: el barrio morisco del Albaicín, que ha perdido casi por completo su sabor morisco, donde se encuentra la modesta casa en la que murió Leandro Fernández Moratín, y el barrio cristiano que, por el contrario, guarda su sabor medieval, con sus callejas serpenteando el cerro sobre el que se construyó e pueblo, repletas de casonas blasonadas a un lado y otro de la calle, con puertas adornadas con claveteados y buenos balcones y rejas; casonas de piedra que alternan con otras de madera, tierra y yeso, de aleros sobre vigas voladas. Todo un conjunto arquitectónico tan hermoso como único.
Alrededores
Peralejos de las Truchas, cerca ya de la provincia de Cuenca es el lugar perfecto para aquellos que les gusta la espeleología por sus abundantes cuevas y simas. También es perfecto para los amantes de la naturaleza y de las actividades al aire libre, montar a caballo, pasear por los campos y la localidad.Visitar la Iglesia dedicada a San Mateo del siglo XVII y la ermita de Nuestra Señora de Ribagorda de origen medieval. Brihuega, es una villa histórica y monumental situada en el valle de Tajuña. Lugar donde se celebran los encierros más antiguos de España. Su casco antiguo tiene construcciones de gran interés histórico-artístico, como el rollo jurisdiccional y parte del recinto amurallado, cuyos lienzos mejor conservados se sitúan entre la puerta de la Cadena y el arco del Corazón. Siguenza, es una de las más hermosas localidades de Guadalajara y en 1965 obtuvo el privilegio de ser declarado patrimonio arquitectónico por su Conjunto Histórico-Artístico. El castillo, la catedral y la plaza Mayor son los atractivos turísticos más interesantes de la ciudad, además de las calles de Sigüenza en general que están repletas de edificios civiles y religiosos de inmensa belleza.
Compras
Artesanía en Flor Mijoflor C/ Cuesta, 28 Tlf.: 949 37 06 38 Bazar Nieves C/ Mayor, 25 Tlf.: 949 37 01 10 Floristería Venecia C/ Mayor, 10 Tlf.: 949 37 11 11.
Fiestas
San Antón. 17 de Enero. San Sebastián. 20 de Enero. Procesión del Santo. Feria Apícola de Castilla La Mancha. Segunda semana de Marzo. Miel de la Alcarria. Semana Santa. Fiesta de Los Mayos 30 de abril. Corpus Christi. Festival Ducal de Pastrana. Mediados de Julio. Virgen de la Asunción. 15 de Agosto. Fiestas. Santa Teresa de Jesús. 15 de octubre. Fiesta Patronal
Gastronomía
Los platos típicos de Castilla-La Mancha elaborados con productos de la huerta,carnes y repostería. El plato más conocido es el asado de cordero, pero el conejo es otro a destacar. Además de las migas, las gachas y el morteruelo. Dentro de los postres, yemas de Santa Teresa, rosquillas, hojaldres, bizcochos...